Partera, matrona, comadrona, obstetra, midwife, es como se nos llama.

A mí me gusta partera, pero en los últimos años me hago llamar por mi nombre, es el que más me gusta.

Hay muchas maneras de nombrarnos, dependiendo del lugar.

Antes eran las propias madres o hermanas las que acompañaban en los partos; los nacimientos eran una fiesta familiar. Niños, perros, gatos, primas, abuelas, las más experimentadas y las personas que querían participar del gran momento estaban presentes.

Parte de eso es lo que quiero recuperar, no a las personas del entorno, sino a la seguridad y confianza que sentía la mujer al parir.

¡Que si no tienes perro! No pasa nada. Pero cuando comprendas cómo funciona el cuerpo femenino para gestar, parir y criar, vas a ser consciente de que aunque vayas a parir en un hospital, el entorno y el cuidado deben proporcionarte la mayor confianza posible, sobre todo que quienes te acompañan confíen en ti.